Emblema

Concepción

Inspiración: La escritura Ibérica

fuente: Wikipedia

En la Península Ibérica prerromana se hablaban diversas lenguas y se utilizaban diferentes escrituras. De entre todas, la ibérica era la de mayor extensión, tanto geográfica como cronológica, expandiéndose hasta las áreas donde se hablaba el celta incluso en plena ocupación romana


Inspiración: Los signarios greco-ibéricos

Se reconocen al menos cuatro tipos de escritura Ibérica, como ilustra el gráfico. Uno de ellos es el greco-ibérico, que surge de las relaciones de los pobladores indígenas con los comerciantes griegos. Su cronología es del siglo IV a. C. Se trata de un alfabeto creado para escribir textos ibéricos partiendo de una alfabeto greco-jónico. El primer hallazgo se produjo en un plomo de Alcoi (Alicante, España).


Con la llegada de los romanos a la península Ibérica, conocida entonces como Hispania o Iberia, surgen las lenguas Iberromances, las cuales pueden dividirse en occidentales y orientales. En el grupo de las occidentales encontramos al castellano, al portugués, entre otras.

De este recorrido lingüistico tomamos como referente la letra A, similar en los idiomas ibéricos, (excepto en los nor-orientales), el griego y el latín. De la versión greco-ibérica tomamos, como argumento gráfico, también su forma geométrica sintetizada: Un triángulo seccionado.


Inspiración: La cartografía Iberoamericana

La referencia a la cartografía de Iberoamerica es una constante en el diseño de identidades gráficas. Para nuestra propuesta tomamos esta referencia como argumento gráfico, aunque la abordamos de manera distinta: Si trazamos una línea entre Tijuana, México; Ushuaia, Argentina y Barcelona, España se dibuja un triángulo.


Construcción: Argumentos gráficos

Tomamos ambos argumentos gráficos: el Triángulo del mapa de Iberoamérica y el triángulo de la letra A greco-ibérica. Con la super-posición de dichos elementos obtenemos una serie de triángulos. Al obtener la versión negativa de dicha super-posición se sugiere gráficamente la región Iberoamérica al tiempo que se mantiene, connotado al centro, el caracter A greco- ibérico.


Construcción: Formalización en retícula

Tomando ambos elementos y superponiéndolos se sugiere una síntesis gráfica en a) de lo que cartográficamente conocemos como Iberoamérica. Para formalizar esta propuesta construimos una retícula. Cáda módulo de esta es un triángulo equilátero equiangular. En b) cuatro módulos hacen nuestro trazo iberoamericano mientras que nuestra A greco-ibérica está formada por un módulo triangular pero 1.5 veces el tamaño del módulo triangular base. En c) crecemos nuestro triángulo greco-ibérico 2 veces el tamaño del módulo base y restamos el área del trazo del triángulo original. Finalmente en d) estilizamos los vértices para darle un acabado más delicado. Nuestra A grecoibérica es entonces una ausencia de color pero se mantiene ahora en menor tamaño y estilizada en el centro de la composición. En e) apreciamos, en version blanco y negro sólido, el resultado que, tras la formalización gráfica, mantiene ambos argumentos gráficos dotando a la propuesta de una profunda carga simbólica a la altura de la Asociación Internacional que busca tener el honor de representar.


Construcción: Versión vertical B/N

La composición inicial es central, justo debajo del isotipo. A la distancia de .75 el valor de x descansa la base de las siglas AITFA. El nombre completo de la Asociación se despliega en justificación centrada debajo de las siglas. La base de la primera línea de texto esta a .25 de x separada de la linea base de las siglas AITFA. El interlineado es a proporción 1:1.2 respecto del tamaño del texto.

El colorido de la cultura de cada una de las naciones que forman parte de la AITFA está reflejada en sus banderas. La propuesta integra cuatro colores: El verde, amarillo, rojo y azul.

Versiones Anteriores

Conoce el histórico de los emblemas

Skip to content